Las opiniones a la hora de hacer CRO las debemos guardar en un cajón.
El sentido común, también.
Esta historia es antigua y está sacada del libro de Cialdini, Influence.
Decía algo así:
En una joyería tenían un producto que no conseguían vender.
La tienda tenía afluencia.
El dueño trataba de hacer lo posible por darle salida.
Colocar la joya en el escaparate, en zonas transitadas dentro de la tienda… etc.
Pasó el tiempo y no vendía ni una unidad.
Cansado, antes de irse por viaje de negocios, dejó una nota a su empleado para que pusiera dichas joyas en oferta.
Concretamente a mitad de precio “price × ½”.
Al volver el dueño se llevó una grata sorpresa.
Todas las existencias se habían agotado.
Pero su sorpresa fue mayor cuando revisó los ingresos en sus días de ausencia.
Resulta que el empleado leyó la nota y cambió los precios. Pero no los puso a mitad de precio, sino que los dobló ya que entendió que la nota decía “price × 2”.
El sentido común nos dice que al bajar los precios nos comprarán más.
Pensamos que todos los usuarios buscan el menor precio.
Que en todos los sectores las ofertas son determinantes.
Pues como en todo, depende.
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