El otro día mi mente empezó a hacer asociaciones extrañas en mi cabeza.
Me imaginé un partido político sin ideología.
Sin un líder que dijera qué, cuándo y cómo guiado por su experiencia y el consejo de sus asesores.
Un partido que se entrevistaba contínuamente con gente de a pie.
Con un sistema de análisis de datos fiable que funcionaba como termómetro del bienestar general y la eficiencia.
Con el lanzamiento de medidas de forma localizada en una ciudad, y que en base a los resultados, se implementaban o no dichas medidas en el resto del país.
Y luego cambié el enfoque y recordé lo que suelen ser muchos departamentos de marketing.
Con un director que dictamina qué, cómo y cuándo y que tiene muchas ideas preconcebidas.
Donde el usuario no es en ningún momento escuchado.
Donde la herramienta de analítica está a por uvas pero nadie lo sabe.
Y donde los cambios se lanzan y ya veremos qué sensaciones tenemos los días posteriores al cambio.
Mira, el CRO no es más que un palabro de marketing para definir el método científico, el cual se aplica en infinidad de campos como la medicina, la química, la ingeniería, la psicología… etc.
1º Investigación
2º Hipótesis
3º Validación
Y no, en política me da que se apuestan por otros métodos.
En marketing (afortunadamente) cada vez se aplica más.
Asi que si tienes 3 amigos políticos o marketeros y quieres tener un detalle con ellos, compárteles el siguiente enlace. Tú podrás acceder a un curso gratuito de CRO y ellos empezarán a descubrir este mundillo:
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